Cuando buscamos el bienestar y la realización personal, muchas veces nos enfocamos en objetivos externos: conseguir más éxito profesional, bienes materiales o reconocimiento social. Sin embargo, la verdadera trascendencia, ese sentido profundo de conexión con algo más grande que nosotros mismos, se encuentra en el interior, y la práctica de la gratitud es una de las herramientas más poderosas para alcanzarla.
Pero empecemos definiendo qué es la gratitud. Es mucho más que un simple «gracias». Es un estado mental que nos permite reconocer y valorar las bendiciones, grandes y pequeñas, que forman parte de nuestra vida. Nos invita a enfocarnos en lo que ya tenemos, en lugar de lo que nos falta. Cultivar este hábito cambia nuestra perspectiva, ayudándonos a vivir con mayor plenitud.
Diversos estudios en psicología positiva han demostrado que las personas que practican la gratitud de forma regular experimentan mayores niveles de felicidad. Además, nos lleva más allá de lo mundano y nos conecta con un estado superior de conciencia. En el caso de los cristianos, vivir en continuo agradecimiento, nos acerca más a Dios.
Practicar la gratitud no es solo un camino hacia una mayor felicidad, sino también hacia la trascendencia. Nos ayuda a reconectar con lo esencial, a valorar lo que tenemos y a encontrar sentido en lo que nos rodea. Al centrarnos en la gratitud, nos liberamos del constante anhelo de más, y nos sumergimos en el presente con un corazón pleno y agradecido. Al hacerlo, descubrimos que la verdadera felicidad y la trascendencia ya estaban dentro de nosotros, esperando ser reveladas.
En Pureza de María, queremos conseguir que nuestros niños aprendan a parar y reflexionar sobre todo lo que tienen en su vida y sean capaces de ser más agradecidos. Por ello, en Primaria hemos creado la iniciativa de los “Viernes dando gracias”. Un espacio en la oración de la mañana de cada viernes para que los niños se enfoquen en agradecer algo muy sencillo de su vida de lo que a veces ni siquiera son conscientes.
Os animamos a que integréis momentos de agradecimiento en vuestras rutinas familiares. Para facilitároslo, compartiremos en nuestras redes sociales cada viernes de qué hemos hablado ese día en la oración de la mañana con el hashtag #viernesdandogracias y así podréis enlazarlo con alguna conversación o momento familiar del fin de semana. Nos encantaría que a través del hashtag #viernesdandogracias compartierais con nosotros cómo trabajáis en casa el agradecimiento y así dar ideas a otras familias.